La cata de aceite es algo que se lleva haciendo desde hace mucho tiempo por expertos y productores, sólo que ahora goza de popularidad entre los amantes de la gastronomía y tiene gran aceptación para quienes desean conocer todo lo que este oro líquido nos puede aportar.
El aceite de oliva virgen extra es un producto 100% natural con unas propiedades y cualidades realmente especiales, aptas para la salud, necesario para una dieta sana e indispensable en nuestra alimentación.
Pero como no todo lo que brilla es oro, no todos los aceites son virgen extra, ni tienen las mismas propiedades y sabores. El aceite de oliva virgen extra proviene de la aceituna. Esta baya que nace del olivo, es un fruto que tiene muchas variedades. Dependiendo de la variedad de donde extraigamos el aceite encontraremos aromas y sabores completamente diferentes. También el lugar en donde se encuentre la planta y las condiciones climáticas de la región, le aportarán a este fruto unas cualidades especiales (terroir), aunque estemos hablando de una misma variedad pero en regiones geográficas diferentes.
Para que el aceite de oliva sea virgen extra, debe extraerse en frío. Una vez que el fruto se recolecta es llevado a la almazara. Allí a través de unos procesos mecánicos se forma una pasta que luego se prensa para extraer el zumo del fruto, que no es otra cosa que el primer aceite o aceite de primera prensada.
La acidez del aceite dependerá de la calidad de la oliva. Si la oliva esta en perfectas condiciones la acidez será inferior y la calidad mucho mayor. La acidez de un aceite de oliva virgen-extra no debe superar los 0,8º. Existen tres tipos de aceite: monovarietal ( de una sola variedad de oliva), coupage ( mezcla de aceites de diferentes variedades) y de Denominación de Origen DO (generado a partir de aceitunas procedentes de una región geográfica determinada, donde se elabora y se embotella)
En la cata de aceite las características más importantes a valorar son: el aroma y el sabor. Para realizar una cata correcta se necesitan los siguientes materiales: un vaso azul de cata, un pequeño plato blanco o bol, un poco de agua y unos trocitos de pan.
Lo primero será añadir un poco de aceite en el vaso de cata y lo frotaremos entre nuestras manos, hasta que el aceite contenido alcance una temperatura de 24º a 26ºC. Una vez templado el aceite lo vamos a oler acercando el vaso a la nariz un par de veces o las que se desee. Luego tomaremos un pequeño sorbo y dejaremos que discurra dentro de la boca durante unos segundos, luego tragaremos. Este proceso lo podremos hacer dos o tres veces, hasta que seamos capaces de identificar los aromas y sabores del aceite. Finalmente pondremos un poco de aceite sobre un plato blanco para apreciar el color y luego untaremos un trozo de pan con el aceite para saborearlo. Es importante enjuagar con un poco de agua y comer un pequeño trozo de pan, para limpiar el paladar antes de catar otro aceite diferente.
En la cata podremos distinguir la acidez del aceite, sabores herbáceos y afrutados y luego al pasar por boca un poco de picor. Estas características organolépticas varían de acuerdo a las variedades de olivas.
Si deseas sorprender a tus familiares y amigos en una cena o comida te aconsejo comprar diferentes aceites e invitarles a una cata para que sean ellos mismos los que elijan con qué tipo de aceite desean acompañar la ensalada o las verduras, eso si, no olvides que es importante que sea virgen-extra extraído en frío.
Os dejo un enlace en donde podrás ver como organizar tu propia cata.
http://blogs.ideal.es/cocina/2008/3/14/cata-aceites-como-aperitivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario